Siempre es bueno mantenerse fresco
Dubái combina lujo y practicidad: en lugar de paradas de autobús austeras, aquí hay mini edificios con aire acondicionado para proteger a los transeúntes del sol abrasador del desierto. Algo imprescindible, porque quien vive en el desierto sabe: afuera, las temperaturas alcanzan fácilmente los 50 grados, pero adentro siempre es agradablemente fresco.
Esta instalación no solo es inteligente, sino que salva vidas: sin protección, las personas bajo el sol correrían rápidamente el riesgo de agotamiento o golpe de calor. Así, Dubái convierte incluso la espera del autobús en una experiencia confortable, algo típico de una ciudad que no olvida ningún detalle.
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