No es exactamente una solución con los pies en la tierra
A veces, la creatividad nos lleva a nuevas alturas, literalmente. A alguien se le ocurrió mejorar su silla de juego uniéndola a un elevador de gas altísimo. ¿El resultado? Un trono flotante que es a la vez poco práctico e hilarante. Es el tipo de bricolaje que parece una buena idea hasta que intentas sentarte en él y te das cuenta de que ahora estás jugando desde las nubes.
La silla se ve completamente desproporcionada, flotando muy por encima del suelo como si intentara escapar del resto de los muebles. La estabilidad y la comodidad claramente no formaban parte del plan. Es una jugada audaz, claro, pero tal vez la próxima vez valga la pena verificar si las partes realmente encajan antes de construir la percha de juego de la perdición.
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