El Desplome del Muro de Agua
Hay fracasos espectaculares, y luego están los bíblicos… y este titán de las mareas es lo segundo. En lo que parece una tarde de playa perfectamente tranquila, una ola enorme rompe contra la barrera con la furia del mismísimo Poseidón, a punto de empapar a una multitud desprevenida. Docenas de personas se dispersan en todas direcciones, algunas congeladas por el asombro, otras ya a medio esprint, con sus cerebros apenas dándose cuenta de la realidad de que están a punto de ser empapadas, o algo peor.
La foto congela el segundo exacto antes de que el caos comience verdaderamente, capturando la furia de la naturaleza en toda su imponente gloria. El contraste entre el cielo sereno y la monstruosa ola solo aumenta la cualidad surrealista del momento. Es una escena cinematográfica que mezcla belleza y desastre, un recordatorio húmedo y salvaje de que acercarse demasiado al borde no siempre termina en un simple chapuzón; a veces termina en leyenda.