La gemela que nunca conoció

Una mujer de Berlín se hizo una prueba de ADN por curiosidad. El resultado: tenía una gemela idéntica en Canadá de la que nunca supo. Ambas habían sido separadas al nacer y crecieron en mundos completamente diferentes.

Aún más increíble: ambas tenían la misma profesión, peinados similares y, independientemente la una de la otra, estaban casadas con hombres con el mismo nombre. Su reencuentro fue emotivo, como si dos vidas se reunieran de nuevo por un capricho del destino. Internet las celebró como prueba de que los genes influyen más de lo que uno cree.

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