El bebé que Hitler perdonó
En la Primera Guerra Mundial, un soldado judío se encontró cara a cara con un soldado alemán herido. Apuntó con el rifle, pero tuvo clemencia. El alemán le dio las gracias antes de desaparecer. Décadas más tarde, el veterano lo reconoció en una foto: era Adolf Hitler.
Si hubiera apretado el gatillo, el curso de la historia probablemente habría sido radicalmente diferente. Se podrían haber salvado millones de vidas. Este pequeño momento de gracia humana se convirtió en retrospectiva en un punto clave histórico: un cruel ejemplo de cómo el azar también puede ser trágico.
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