El personal cobra por leer… cualquier cosa

En un estudio de arquitectura holandés, los empleados reciben un estipendio mensual para lectura, sin condiciones. Ya sea una novela de misterio, una biografía histórica o una novela gráfica, la empresa les reembolsa los libros que eligen leer por placer, no por trabajo.

¿Por qué? El fundador cree que el conocimiento amplio fomenta la creatividad. Los empleados han formado clubes de lectura informales, se sorprenden mutuamente con recomendaciones e incluso dejan libros en los escritorios con notas escritas a mano. Ha convertido la oficina en una mini-biblioteca con personalidad, y ha provocado conversaciones que ningún taller de team-building podría lograr.

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