De la locura a la magia: las reglas empresariales más controvertidas (y codiciadas) del mundo

El termostato de la oficina, decidido por una lagartija

Sí, has leído bien. Una peculiar agencia de contenidos en Portland permite que su dragón barbudo de oficina, llamado Kelvin, determine la configuración del termostato. Si Kelvin se queda bajo la lámpara de calor durante más de 15 minutos, significa que la habitación está demasiado fría y suben la temperatura.

Esta extraña regla comenzó como una broma, pero se convirtió en un compromiso climático extrañamente efectivo. Los empleados lo encuentran divertido, unificador e incluso reconfortante. Las actualizaciones de “Vigilancia de Kelvin” se comparten en Slack como si fueran pronósticos del tiempo. Y de alguna manera, tener un reptil a cargo enfrió todas las discusiones relacionadas con el termostato, literalmente.