Janet Jackson


Janet Jackson ha estado en el centro de atención durante décadas, y como muchas celebridades, se ha enfrentado a desafíos con las fluctuaciones de peso a lo largo de su carrera. Su lucha por mantener un peso saludable se hizo aún más evidente después de que se tomara un descanso de las actuaciones para tener a su hijo, Eissa, en 2017. Decidida a recuperar su forma física, Jackson contó con la ayuda de su entrenadora británica, Paulette Sybliss, para crear un plan de acondicionamiento físico estructurado que la ayudara a perder peso de manera saludable y sostenible.

Jackson se comprometió a hacer ejercicio al menos cuatro veces por semana, participando en intensas sesiones de entrenamiento de fuerza de 45 minutos que se centraban en el desarrollo muscular en lugar de un cardio excesivo. A diferencia de los planes de pérdida de peso tradicionales que a menudo eliminan los carbohidratos, su dieta incluía carbohidratos complejos para asegurar que tuviera la energía necesaria para sus entrenamientos. Gracias a su disciplina y dedicación, logró perder 32 kilos en un año después de dar a luz. Su transformación no solo ha mejorado su apariencia, sino que también ha reforzado su confianza y capacidad para mantener un exigente calendario de actuaciones.

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