Nervios y preparación


A medida que la tarde se convertía en noche, los nervios de Melissa aumentaban sin cesar. Recorría su habitación de un lado a otro, repasando el plan una y otra vez, susurrándose posibles preguntas y respuestas. Cada conversación imaginada tenía una docena de posibles resultados. ¿Y si él no caía en la trampa? ¿Y si sospechaba algo?

Se cambió de ropa tres veces, intentando lucir perfecta: familiar, accesible, pero a la vez serena. Cada mirada al reloj le apretaba el estómago. Pero sin importar el miedo, se recordaba a sí misma su propósito. Esto no era solo confrontar a un hombre de su pasado. Se trataba de exponer la verdad de una vez por todas.

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