Escondido a plena vista
En O’Malley’s, la acogedora clientela nocturna no tenía ni idea de lo que realmente estaba pasando. Entre el tintineo de los vasos y las charlas casuales, varios agentes encubiertos se posicionaron. El oficial Davis estaba sentado en la barra, fingiendo beber tranquilamente, mientras Johnson ocupaba una mesa discreta en la esquina con una clara línea de visión.
Todas las salidas estaban cubiertas, cada movimiento observado. Sus auriculares crepitaban suavemente mientras revisaban las comunicaciones. Melissa ya estaba sentada, esperando, con su micrófono activo. Observaban de cerca, listos para intervenir si algo salía mal. La trampa estaba tendida, y ahora, solo tenían que esperar a Steve.
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