Caras familiares en lugares familiares
La cálida luz ámbar de O’Malley’s suavizaba los contornos de todo, envolviendo la escena en una acogedora nostalgia. Melissa escaneó la habitación y vio a Steve recostado casualmente en la barra, tal como lo recordaba. Cuando sus miradas se cruzaron, hubo un extraño momento de quietud, como si el tiempo se hubiera curvado brevemente hacia el pasado.
Se abrazaron, un abrazo breve y practicado, y por un segundo fugaz, Melissa fue sorprendida por el aroma de su colonia y la familiaridad de su tacto. “Ha pasado demasiado tiempo”, dijo Steve, con la voz cargada de emoción. Melissa sonrió, ocultando el verdadero propósito detrás de su expresión serena.
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