Exagerar con el Colorete
El colorete puede ser una herramienta maravillosa en el maquillaje: calienta el rostro, da un rubor natural y aporta un resplandor saludable a la piel. Pero aplicar demasiado puede transformar tu look de fresco a artificial en segundos. Una aplicación de colorete brillante y con mano pesada a menudo resulta en un look que parece teatral o anticuado. Esto es especialmente notorio a medida que envejecemos, ya que el exceso de pigmento puede asentarse en las líneas finas o enfatizar características faciales que preferiríamos suavizar.
La sutileza es el secreto. Utiliza colorete en crema o polvos finamente molidos y aplícalos suavemente en las manzanas de tus mejillas con mano ligera. Aplica más solo si es necesario, y siempre difumina bien. Piensa en tonos rosa suave o melocotón que imiten el rubor natural de la piel. No estás ocultando tu edad, estás realzando tu brillo natural. Un look juvenil proviene más del equilibrio y la frescura que de un color atrevido.
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