EL SONIDO DE LA MÚSICA
Este arte corporal es un homenaje a los poderes mágicos de la música, que llena nuestras vidas de ritmo y alegría. El motivo principal son las notas musicales, que se entrelazan como melodías voladoras alrededor del cuello de la artista; incluso sus pendientes brillan en forma de corcheas.
Además, hay representaciones de discos de vinilo distribuidas por su cuerpo y cabello, un tributo al pasado del procesamiento de la música, antes de que la digitalización transformara el medio. En el pecho se alza un instrumento sonoro, cuyas teclas brillan como ondas líquidas sobre la piel. El conjunto parece una escena compuesta, en la que cada pincelada corresponde a un sonido.
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