FUSIONÁNDOSE CON LOS MUEBLES
Con un body painting delicado, esta artista hace que su cuerpo se “fusione” con un sofá de cuero: el patrón acolchado en forma de rombos del mueble se extiende como una segunda piel sobre su rostro, brazos y piernas. Los matices de gris, marrón y beige capturan la textura del cuero, aunque aún sin la típica coloración marrón, que tal vez sea el siguiente paso.
Su atuendo intensifica la ilusión: un vestido negro envuelve la parte inferior de su cuerpo, mientras que las secciones de malla dejan ver piel “libre”, que, sin embargo, se conecta al sofá mediante líneas finas. La ambivalencia resultante – cuerpo como mueble, mueble como cuerpo – juega con la tendencia humana a perderse en su entorno. Una sutil declaración sobre identidad y adaptación, envuelta en una ilusión óptica que reconcilia y perturba la mirada al mismo tiempo.