Los perezosos y el poder de las algas
Los perezosos son lentos, pero convierten eso en un arma. Al apenas moverse, evitan atraer depredadores. Pero eso es solo el comienzo: también cultivan algas en su pelaje, tiñendo sus cuerpos de verde para camuflarse con los árboles. Las algas incluso desprenden un ligero olor a humedad, lo que ayuda al perezoso a oler más como una rama cubierta de musgo que como una comida viva.
Hasta sus hábitos de baño son estratégicos. Solo descienden de los árboles una vez a la semana para defecar, minimizando su exposición al peligro. Algunos científicos incluso creen que el ecosistema de algas en el pelaje les proporciona nutrientes y camuflaje a cambio. Es el mutualismo más perezoso y verde de la naturaleza, ¡y funciona de maravilla!