El arte puede ser una experiencia personal, y las creaciones comunitarias que cambian con cada participante podrían parecer una atracción turística atractiva. Sin embargo, el extenso Muro de Chicles cerca del Market Theater en Seattle, Washington, se vuelve rápidamente desagradable tras una inspección más cercana. Todo comenzó cuando los asistentes al teatro comenzaron a pegar monedas en la pared con su chicle masticado, un hábito peculiar que se popularizó y creció en popularidad a medida que otros se unían.

¿El resultado? Millones de chicles usados y pegajosos ahora cubren las paredes a lo largo de los caminos cercanos, lejos de cualquier visión de higiene. De hecho, este inusual punto de referencia tiene una distinción poco halagadora: está catalogado entre los cinco sitios turísticos más infestados de gérmenes de América del Norte.

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