Woody Harrelson

Echa un vistazo a Woody Harrelson en 1986, y verás una versión muy diferente del actor que conocemos hoy. Con un rostro juvenil y una abundante cabellera rubia, se parecía más al afable camarero de Cheers que a los personajes crudos y complejos por los que se ha hecho famoso. Es casi chocante verlo sin su ahora icónico aspecto rapado o con el pelo muy corto, especialmente dado lo mucho que se ha inclinado por papeles más vanguardistas, a menudo más oscuros, en los años posteriores.

Por supuesto, cuando estás luchando contra zombis en Zombieland o enfrentándote a fuerzas siniestras en futuros distópicos, una melena completa no encaja del todo con el ambiente. La transición de Harrelson a un aspecto más calvo no ha hecho más que mejorar su intensidad en la pantalla, dándole un toque rudo y sensato que combina perfectamente con los personajes que interpreta. Hay algo innegablemente genial en su imagen actual (cabeza rapada, ojos penetrantes y todo) y, sinceramente, no podemos imaginarlo abriéndose paso a través del caos con una melena espesa.

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