Jon Cryer

Allá por los 80, durante el apogeo de su fama con *La Chica de Rosa*, el pelo largo y voluminoso de Jon Cryer era una de sus señas de identidad. Su aspecto juvenil, combinado con esa melena impresionante, lo hacía destacar en la era de los ídolos adolescentes y los clásicos de historias de madurez. El pelo era parte del encanto: suave, ligeramente despeinado e innegablemente ochentero en el mejor sentido de la palabra. Combinaba a la perfección con sus personajes extravagantes y entrañables y contribuía a ese atractivo de chico de al lado con el que el público conectó al instante.

Ahora, adelantándonos al presente, aunque esa melena icónica ya no esté, Cryer no ha perdido su sentido del estilo. Lo que ahora le falta arriba, lo ha compensado con creces con una barba bien cuidada. A menudo luce una barba completa o una barba de unos días con estilo, dándole una presencia más madura y con los pies en la tierra. Es un look que le sienta bien a sus papeles actuales y refleja su evolución tanto dentro como fuera de la pantalla. El cambio de un estilo juvenil a una confianza curtida demuestra que algunas transformaciones son simplemente una parte natural del camino.

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