Un Rayo de Esperanza


Melissa se quedó un poco sorprendida por la oferta, pero la aceptó rápidamente. “Uhm, sí, ¡claro! Por qué no”, respondió con una ligera risa. La idea de que otra persona necesitara involucrarse añadió una nueva capa de importancia a la transacción. Quizás este anillo no era tan común como había pensado. Tal vez sí tenía algo realmente valioso después de todo.

La idea la emocionó. ¿Por qué si no un joyero retrasaría una compra y pediría ayuda a menos que sospechara que el anillo tenía un valor real? Su mente comenzó a divagar. ¿Y si era una antigüedad? ¿O algo raro? Las posibilidades estimularon su imaginación. Empezó a imaginarse lo que podría hacer con el dinero si el anillo alcanzaba un precio alto. Una breve sensación de esperanza comenzó a reemplazar la confusión inicial.

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