Cubre el espejo de tu coche con una bolsa de plástico
¿No tienes garaje? ¡No hay problema! Combate la gélida furia del invierno con un héroe cotidiano: la humilde bolsa Ziploc. Coloca una de esas maravillas sobre los espejos laterales de tu coche antes de acostarte y dile adiós a tu ritual matutino de rascar hielo. Es como arropar tus espejos con una pequeña y acogedora manta, sin el cuento para dormir.
La nieve y la escarcha no tienen ninguna oportunidad cuando tus espejos están cubiertos con una armadura de plástico. Es el truco de baja tecnología que te salva de rascar el cristal congelado con las uñas a temperaturas bajo cero. Consejo profesional: quita las bolsas antes de conducir, a menos que disfrutes confundiendo a todos los demás conductores en la carretera.
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