
Si eres un viajero frecuente, sabes que no hay forma de escapar de los controles de seguridad aleatorios en el aeropuerto.
Pero que te detengan y tengas que posar para la máquina de rayos X definitivamente no es lo más destacado para ningún viajero. Aun así, esta mujer lo asume con calma y sonríe durante su escaneo.