¡Un maestro de la siesta que dejaría verdes de envidia a los profesionales! Este gato se ha coronado rey con su habilidad para dormir en cualquier sitio. ¿Camas mullidas? ¿Cojines? ¡Bah! Le da igual. Encima de una pila de ropa sucia, en una esquina de la estantería, en una silla donde solo cabe un pie, o incluso tirado en el suelo hecho un ovillo, ¡se queda frito!

Eso sí, ¡cuidado con pisarlo! Su cama está donde sea… esa es la filosofía gatuna, ¡colega!

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