¡Esto fue un accidente!

¡En el campo de fútbol, la cosa estuvo tan emocionante como en una telenovela! Nuestro valiente héroe, un jugador con la capacidad de frenado de un oso polar herido, de alguna manera se las arregló para inventar el “torpedo de trasero objetivo”.

Con la carrerilla de un guepardo en plena estampida, ¡se lanzó directo al trasero de un jugador contrario que no se lo esperaba para nada! El público se partió de risa, ¡mientras el árbitro intentaba desesperadamente contener las lágrimas de la risa!

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