Kelly Osbourne, que una vez fue conocida principalmente como la hija rebelde de Ozzy Osbourne, ha experimentado una transformación increíble a lo largo de los años. Obtuvo atención generalizada por primera vez a través del reality show de MTV de su familia, The Osbournes, donde a menudo se la veía luchando con problemas de peso.


Con el tiempo, sin embargo, Osbourne tomó el control de su salud e hizo cambios significativos. Perdió unos impresionantes 23 kilos (50 libras), no a través de dietas de moda, sino comprometiéndose con un estilo de vida más saludable. Ahora, con una carrera que abarca el modelaje, el canto, la actuación y los negocios, Osbourne tiene más confianza que nunca. Su transformación es una prueba de que, con dedicación y perseverancia, cualquiera puede alcanzar sus objetivos de acondicionamiento físico.

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