Jordin Sparks, la talentosa cantante que ganó American Idol, dejó a sus fans boquiabiertos en 2012 cuando estrenó una figura notablemente más esbelta. En un período de 18 meses, logró perder unos 23 kilos (50 libras), y muchos quedaron flipando con lo rápido que se transformó. Su proceso de adelgazamiento comenzó después de su ruptura con el cantante Steph Jones en 2010, lo que la motivó a centrarse en mejorar su bienestar.

Decidida a estar más sana, Sparks incorporó una mezcla de Zumba, running y boxeo a su rutina de ejercicios. Además de hacer ejercicio, hizo cambios importantes en su alimentación, eliminando alimentos altos en sodio, azucarados y grasos. Al adoptar un estilo de vida más saludable, no solo alcanzó sus objetivos de pérdida de peso, sino que también realzó su belleza natural. Hoy en día, Sparks sigue luciendo su figura en forma y tonificada, demostrando que su transformación no fue solo una moda pasajera, sino un compromiso a largo plazo.

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