El espectáculo de una sola mujer armada en la sección de charcutería

¡Ah, ahí está! La mujer del vestido a rayas rosas y blancas, haciendo de la sección de charcutería su escenario personal, flexionando esos bíceps como si estuviera posando para la portada de una revista de fitness. Es el lugar perfecto, la verdad, porque, seamos sinceros, no se consiguen esos brazos sin alimentarse con una buena dosis de proteína. No está cogiendo unas simples lonchas de pavo; está prácticamente evaluando toda la vitrina de la charcutería, lista para cargar un pavo entero sobre su hombro como parte de su rutina de entrenamiento de fuerza.

¿Y qué lleva en su carrito? Olvídate de la compra habitual; está aprovisionándose de latas de “Impresionantismo” y “Modo Bestia”. No me sorprendería que también haya un récord personal escondido por ahí. Su lista de la compra probablemente sea un secreto para desbloquear ganancias épicas, ¡y yo quiero formar parte de eso! Pero seamos realistas, esos bíceps no son solo para presumir; vienen con una membresía a cinco sesiones semanales de CrossFit. ¿Quién necesita una entrada para el espectáculo de armas cuando ella está justo ahí, en el pasillo cinco?

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