Torres de agonía para los pies
Dentro del bullicioso caos del supermercado, una mujer se tambalea precariamente sobre lo que solo puede describirse como ‘Torres de agonía para los pies’: tacones tan altísimos que parecen más adecuados para una pasarela de moda que para ir a comprar. Cada paso parece una danza delicada, con sus tacones resonando fuertemente contra el suelo de baldosas, como si estuviera equilibrándose sobre un lecho de guijarros, soportando lo que debe sentirse como una forma elegante de auto-tortura.
Mientras lucha con su carrito de compras, es un espectáculo cómico de contemplar: una mezcla de gracia y casi catástrofe. Todo el espectáculo se siente como una actuación improvisada: un ballet de compras en el supermercado sobre zancos, con cada tambaleo manteniendo al público (es decir, a los demás compradores) al borde de sus asientos. Es mucho más entretenido que cualquier cosa que encontrarías en una comedia de situación, lo que demuestra que, a veces, los espectáculos más divertidos no ocurren en la televisión, ¡sino en el pasillo cuatro!
