¡Chapeau al pájaro!


Esta gaviota no tiene el más mínimo respeto por la propiedad privada, ni por la lealtad a los equipos. Nunca sabremos si quiere el sombrero para hacer un nido, para lucir a la moda o como una protesta anti-fanática descarada.

¿Lo que sí sabemos? Es audaz. Es plumífera. Y definitivamente está montando un buen espectáculo. En algún lugar, un humano está entrecerrando los ojos al sol, preguntándose a dónde voló su gorra.

Advertisements
Advertisements