Caminadora de Madera

Antes de las caminadoras modernas, existían las caminadoras de madera, unas bestias voluminosas hechas de listones y engranajes. Los usuarios tenían que impulsarlas manualmente, como hámsteres en una rueda, lo que significaba que tu sesión de cardio se sentía más como un castigo que como una búsqueda de salud.

Sin motor ni amortiguación, cada paso era un ruidoso golpe que resonaba por tu casa como una obra en construcción. Estas máquinas no solo eran ineficaces, sino también peligrosas. Resbalones, tropiezos y astillas eran comunes. No es de extrañar que, una vez que llegaron las caminadoras eléctricas, estas pistas de tortura de madera fueran desterradas a sótanos y hogueras.

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