Espiralizadores de brazos
Una verdadera rareza, este dispositivo consistía en una pequeña manivela unida a unas barras giratorias que hacían espirales con los brazos en movimientos circulares. Los usuarios se ponían de pie con los brazos insertados en los bucles y los hacían girar durante minutos. Prometía brazos más firmes y una mejor circulación sanguínea; básicamente, una versión más sofisticada de agitar los brazos salvajemente.
El movimiento repetitivo a menudo provocaba tensión en los hombros, y el mecanismo giratorio podía sacudirse inesperadamente, causando hiperextensión. Peor aún, te hacía parecer un robot averiado el día de la colada. Puede que moviera tus extremidades, pero hizo poco por la fuerza o el tono, excepto quizás por el coraje de no volver a intentarlo nunca más.