Cuando tu gato quiere pelear


Un gato que se pone de pie siempre es un poco inquietante. De repente, parece más grande. Más inteligente. Como si estuviera tramando algo. A este siamés le encanta enderezarse sobre sus patas traseras, con las patas delanteras ligeramente levantadas como si estuviera listo para pelear… o para recitar un monólogo teatral.

¿Se está estirando? ¿Está desafiando a alguien? ¿Va a abrir un armario? Nadie lo sabe. Pero una cosa es segura: es lo suficientemente memorable como para ser inmortalizado.

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