No es ningún secreto: a los gatos les flipa meterse en espacios que son claramente demasiado pequeños para ellos. Ya sean vasos, huecos del sofá o cajas diminutas, este felino lo lleva al extremo intentando encajar todo su cuerpo en una mini-caja. ¡Con todo el espacio que tiene en la mesa! Pero no, tiene que ser la cajita. ¿Por qué? A veces, es que no hay quien entienda a los gatos… y precisamente eso es lo que los hace tan especiales.

Los gatos y su imprevisibilidad nos dan momentazos constantemente. Su comportamiento – como este empeño desesperado por encajar – siempre nos saca una carcajada. Y son precisamente estos pequeños momentos rarunos los que hacen que la vida con un gato sea tan genial.

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