Ruidos Inexplicables

En los días previos a su aterrador descubrimiento, Martha había estado escuchando sonidos extraños resonando por toda su casa. Al principio, los descartó como crujidos normales o los sonidos de la casa asentándose. Pero pronto, los ruidos comenzaron a moverse de una habitación a otra, haciéndola sentir como si algo realmente estuviera dentro de las paredes.

Los sonidos extraños ya no eran solo por la noche. Comenzaron a ocurrir durante el día, volviéndose más fuertes y persistentes. Martha incluso había empezado a preguntarse si algo sobrenatural estaba sucediendo. El pavor creciente se había estado acumulando, y ahora, con el incidente del fregadero, sus miedos se sentían justificados.

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