A pesar de su gran tamaño, los Bullmastiff a menudo se comportan como perros más pequeños y juguetones. Pueden mostrar tendencias agresivas ocasionalmente, pero con un buen adiestramiento, se convierten en compañeros leales y protectores. Tienen el potencial de llevarse genial con los niños, especialmente si el niño es lo suficientemente mayor como para guiarlos con confianza.

Los Bullmastiff buscan, por naturaleza, el liderazgo de sus dueños, por lo que es importante establecer una dominancia firme y constante en su educación.

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