En el humor generalmente burdo de esta comedia para fumetas, la escena del baño de Natalie Portman (“Your Highness”, 2011) destaca por razones inesperadas. Curiosamente, los productores usaron una doble de cuerpo, no por problemas de desnudez, sino porque la ganadora del Oscar se negó a saltar ella misma al agua helada del lago.

Este compromiso profesional revela las realidades prácticas del cine: a veces, las visiones artísticas requieren soluciones creativas. La decisión de Portman destaca cómo incluso los actores de la lista A sortean el equilibrio entre compromiso y comodidad al dar vida a los personajes.

Advertisements
Advertisements