Con el paso del tiempo, Marcus, con la ayuda de su equipo y la señora Thompson, guio a Lola durante el parto. Sabían que su vientre era inusualmente grande, pero había una razón para ello. Cuando Lola dio a luz, Marcus contó nada menos que doce cachorros. Una imagen insólita incluso para este veterano veterinario. En el ajetreo habitual de la clínica veterinaria, esto era algo fuera de lo común. Pero, observando con atención, Marcus descubrió algo aún más sorprendente.

A través de esta experiencia, Marcus y los demás quedaron impresionados por la fuerza de Lola.

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