23. Richard Nixon –Puntuación de CI: 131
Mucho antes de convertirse en el 37º presidente de Estados Unidos (1969–1974), Richard Nixon era el arquetipo del triunfador. Un estudiante brillante con un don para el debate y la excelencia extracurricular, trasladó ese empuje a la edad adulta. Después de la facultad de derecho, Nixon apuntó alto, solicitando ingresar al FBI, solo para encontrarse con el silencio. Sin desanimarse, ascendió de rango en un pequeño bufete de abogados, convirtiéndose en socio y obteniendo al mismo tiempo condecoraciones militares por su servicio en la Segunda Guerra Mundial. Su carrera política comenzó con la misma ambición implacable, culminando en una victoria presidencial ajustada pero reñida en 1968 después de una derrota anterior en 1960.
La presidencia de Nixon estuvo marcada por logros trascendentales, particularmente en política exterior: abrió relaciones diplomáticas con China, negoció el Tratado de Limitación de Armas Estratégicas (SALT) con la Unión Soviética y comenzó el proceso de poner fin a la Guerra de Vietnam. Sin embargo, su legado está para siempre ensombrecido por el escándalo Watergate, una red de engaños y abuso de poder que condujo a su histórica renuncia en 1974, convirtiéndolo en el único presidente de los Estados Unidos en dejar el cargo en desgracia. La historia de Nixon es una advertencia sobre el brillo y la persistencia deshechos por la arrogancia, un recordatorio de que incluso los logros más elevados pueden desmoronarse bajo el peso de los fallos éticos.
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