Suelos de paja llenos de restos de comida y excrementos de animales
En lugar de alfombras o baldosas, muchas casas medievales tenían los llamados suelos de paja: capas de hierbas, pasto y paja que debían proporcionar aislamiento y enmascarar los olores. Con el tiempo, sin embargo, se acumulaban restos de comida, excrementos de animales y suciedad en general.
En lugar de quitar las capas, simplemente se ponían nuevas encima. Algunos suelos no se renovaban durante años: la casa se convertía prácticamente en una pila de compost con paredes.
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