No se comía con cubiertos

En la Edad Media, el tenedor no existía, y tanto los cuchillos como las cucharas eran escasos. La mayoría de la gente comía con las manos, manos que rara vez se lavaban, evidentemente. Como la higiene no era una prioridad, las comidas parecían un auténtico buffet de bacterias.

Entre la suciedad debajo de las uñas y los platos compartidos, uno se pregunta cómo algunos sobrevivían a la hora de la cena. Tomemos un momento para agradecer la existencia de los tenedores… y del jabón.

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