Una decisión repentina y la presencia del médico
Después de dar a luz a seis hijos, Nadia decidió someterse de nuevo a la fertilización in vitro. Descubrió que quedaban seis óvulos congelados en 2000 y decidió utilizarlos. El doctor Kamrava dudó inicialmente, pero fue convencido por su entusiasmo y trasplantó 12 óvulos, seis veces el número habitual.
El doctor Kamrava participó en todos los embarazos de Nadia, pero fue criticado por cuestiones éticas, expulsado de la sociedad de medicina reproductiva y se le retiró la licencia médica. La decisión provocada por su fuerte voluntad tuvo un gran impacto en la carrera del médico y generó un resultado polémico.
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