La diplomacia de la bañera de Winston Churchill
Winston Churchill amaba tanto su hora del baño que a menudo celebraba reuniones y atendía llamadas telefónicas mientras se remojaba en su bañera, completamente desnudo. Cuando visitó la Casa Blanca, incluso apareció desnudo frente al presidente Roosevelt, diciendo la famosa frase: “El Primer Ministro de Gran Bretaña no tiene nada que ocultar”.
Churchill creía que sus mejores ideas surgían en el baño, y no le avergonzaba mezclar los negocios con las burbujas. Aunque sus contemporáneos consideraban este hábito excéntrico, la comodidad descarada de Churchill en su propia piel se convirtió en otro símbolo de su estilo de liderazgo audaz y sin filtros.
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