En las películas y los libros, las historias a menudo resaltan la fantasía, pero las modificaciones de la realidad en esas obras son intencionales por parte de los creadores. Sin embargo, no es imposible incorporar elementos de ficción al mundo real.

En 2012, el artista Olivier Grossetête intentó fusionar lo surrealista con la realidad. Creó un puente colgante flotante sostenido solo por tres globos grandes de helio, que teóricamente podrían soportar el peso de una persona, pero que principalmente ofrecen disfrute visual. No se puede negar que ver algo parecido a un cuento de hadas puede evocar cálidos sentimientos de la infancia.

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