Despertadores Humanos
En los días anteriores a los despertadores, se contrataban despertadores humanos para despertar a la gente golpeando ventanas con palos o disparando guisantes al cristal. Cubriendo barrios enteros, se aseguraban de que los trabajadores y comerciantes llegaran a sus trabajos a tiempo.
Este exigente trabajo requería puntualidad y perseverancia. Aunque pintorescos para los estándares actuales, los despertadores humanos eran vitales para las ciudades industriales. La invención de relojes y teléfonos baratos hizo que sus rondas matutinas quedaran obsoletas.
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