Un intercambio sincero

Julian y Elara se sentaron para una conversación larga y honesta. No fue fácil, pero hablaron abiertamente, abordando el pasado y expresando sus más profundos arrepentimientos. “Lo siento mucho por todo”, dijo Julian, con la voz cargada de emoción.

La mirada de Elara se suavizó, y respondió a su disculpa con una tranquila determinación. “No podemos cambiar el pasado, pero podemos trabajar en el futuro”, replicó ella. Juntos, comenzaron a planear un nuevo camino, uno basado en el entendimiento mutuo y una visión compartida para el futuro de su familia. No se trataba de borrar lo que había sucedido; se trataba de seguir adelante, y eso fue suficiente para empezar de nuevo.

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