El hermoso crucero
En tu imaginación, el crucero brilla como una joya recién pulida, pero si no es que acaba de salir del astillero, la realidad suele ser menos glamurosa. El agua salada, la brisa marina y el uso constante dejan su huella, y la mayoría de los barcos se ven un poco desgastados.
Así que, en lugar de un escenario de película impecable, lo que te espera es pintura desconchada, manchas de óxido y un casco curtido por el clima, las honestas señales de numerosos viajes por alta mar.
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