¡Camaradería a la vista!
Los cruceros son famosos por las amistades espontáneas, a menudo fomentadas por generosas cantidades de alcohol. Ya sea un desconocido coqueteando en el bar o charlando con los compañeros de mesa durante la cena, hacer contactos es parte del encanto.
Sin embargo, es fácil perder de vista por qué estás allí en realidad: para pasar tiempo con tu gente. Las nuevas amistades son geniales, pero lo más destacado es el tiempo compartido con las personas que más te importan.
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