A esto le llaman relajación


Puede que la piscina parezca la joya de la corona del barco, pero la tranquilidad escasea. En lugar de un oasis de paz, prepárate para un gentío, ruido que retumba por toda la cubierta y un ambiente de fiesta continua. Relajarse se convierte en un desafío en medio de chapuzones y niños corriendo como locos.

Incluso si encuentras una tumbona, leer un libro o disfrutar de una siesta tranquila puede resultar difícil. Entre la música a todo volumen y el balanceo del barco que convierte la piscina en un tanque de olas, es posible que termines anhelando un rincón más tranquilo del barco.

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