#1: El servicio submarino no es para los débiles de corazón

La vida bajo las olas no es para los débiles de corazón. Un veterano de submarinos con 8 años de experiencia lo describe como un mundo de esfuerzo incesante, sueño mínimo y concentración mental continua. Cada momento exige una atención aguda y una ética de trabajo incansable.

El vínculo inquebrantable entre los compañeros de tripulación lo hace aún más difícil: tu vida está literalmente en sus manos, y la de ellos en las tuyas. Viven y trabajan en espacios reducidos, dependiendo el uno del otro en situaciones de alto estrés y alto riesgo. No es solo un trabajo; es una vocación que exige sacrificio, lealtad y una disposición a darlo todo por la seguridad de tu barco y tus compañeros marineros.

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