9. El Despertador que te Abofeteaba
En la década de 1880, una mente “brillante” decidió que las campanas eran demasiado suaves. Así que construyeron un reloj con un brazo de goma que literalmente te abofeteaba la cara hasta que te despertabas. El mecanismo se cargaba como un juguete y golpeaba repetidamente la mejilla del durmiente cada cinco segundos hasta que se desactivaba manualmente.
Algunos usuarios se despertaban tan violentamente que se caían de la cama. Otros rompían la máquina a mitad de la bofetada. A pesar de su naturaleza agresiva, ganó popularidad de culto. Los anuncios victorianos afirmaban que estaba “garantizado para despertar incluso al hombre más perezoso”. Eso probablemente se debía a que temía por su seguridad.
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