Aquí hay un pie


Este momento en la piscina, capturado a la perfección, muestra el valiente —aunque un poco equivocado— intento de una nadadora por estabilizar a su compañera de equipo. La colocación del pie de apoyo de la atleta de abajo claramente tenía la intención de ayudar, pero la expresión de pura sorpresa en el rostro de la nadadora de arriba sugiere que esta “misión de rescate” tomó un giro inesperado. Su expresión de ojos muy abiertos y brazos aleteando a medio camino cuentan toda la historia: “¡NO pensé que la ayuda vendría de ahí!”

Es la combinación definitiva de buenas intenciones y un momento terrible: una instantánea de una fracción de segundo que transforma el trabajo en equipo en pura hilaridad espontánea. ¿La mejor fotobomba accidental del año? ¡Nosotros creemos que sí!

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